BBC Life
"Life" es una nueva y espectacular serie documental de naturaleza producida por la BBC. Ocho capítulos rodados en alta definición que persiguen un ambicioso objetivo: ser la exploración definitiva de la diversidad del mundo animal. A lo largo de la serie se podrán observar todo tipo de comportamientos asombrosos que desafían el concepto que tenemos del resto de seres que pueblan el planeta.
Durante cuatro años, la multipremiada Natural History Unit de la BBC ha visitado todos los continentes y clases de entornos en busca de las más sorprendentes historias sobre la incesante lucha por la supervivencia animal. Comportamientos emotivos, como una hembra de pulpo gigante que da su vida por su progenie de cientos de bebés. Habilidades sorprendentes, como la de grandes chimpancés capaces de utilizar herramientas de una forma completamente novedosa. O incluso la historia de un tipo de pez costero que, cuando llega el momento de procrear, parte en busca de charcas de agua fresca... en la parte alta de un una cascada a veinte metros de altura. Todo ello con un sentido cinematográfico que ya se puso de relevancia en la anterior superproducción de la BBC "Planeta Tierra".
Pero además, merece la pena por las reflexiones a las que invita después de haberlo visto.
El primer episodio se titula “La lucha por la vida”. El planeta se convierte en un gigantesco escenario donde la competencia continua por sobrevivir y preservar la especie marca todo lo demás. Cada ser vivo desarrolla unas habilidades acordes a su hábitat. Llegados a este punto, los seres humanos, ponemos en juego variadas herramientas, muchas veces de forma no consciente, para manejarnos en un mundo tan cambiante y exigente como el nuestro. En esto juega un papel muy importante un órgano: el cerebro. Capaz de adaptarse y “reconstruirse” ante nuevas demandas del medio.
En la serie se muestra que cada especie tiene sus caminos. Pero deja claro, que en términos generales el grupo de los mamíferos es el que más éxito ha tenido. Desde los acuáticos hasta los terrestres, con especial énfasis en los primates. Hay varias características que se dan en casi todos ellos, aunque en diferentes grados: la colaboración. El trabajo en equipo y la especialización en tareas optimiza el rendimiento general y la supervivencia del grupo, y del individuo. Así, unos vigilan, otros buscan alimentos, otros cuidan de las crías, etc.
Hay otro aspecto a reseñar, es la pertenencia al grupo. Sentirse excluido o desterrado aumenta la probabilidad de no supervivencia. Y por último, la más importante función, que se da en muy pocas especies, sobre todo en los primates: la transmisión de información. Desarrollar una nueva habilidad que mejora la calidad de vida y que es transmitida a sus compañeros o crías, hace que la especie adquiera una ventaja en su supervivencia y mantenimiento. Cada miembro del grupo no tiene que empezar de cero.
Todo lo citado anteriormente nos recuerda a muchas de las bases de nuestra sociedad aunque en este caso,mucho más desarrollada y sofisticada. El grupo y la sociedad como algo que nos rodea y a lo que pertenecemos, la especialización de tareas y la interconexión que ello trae consigo, el intercambio de información continuo que hace que se avance sobre los progresos anteriores y poniendo las bases para los futuros progresos.
Por último, aunque hay más, me ha llamado la atención el concepto de tiempo. Como es variable según el ser que lo experimenta. Mientras la vida de ciertos insectos es cuestión de horas o días, para un árbol puede llegar a ser de cientos e incluso (en unos pocos casos) de miles de años. Cada ser lleva su proceso y tiene que adecuarse a éste. Un cactus, si tiene la suerte de disfrutar de las condiciones ideales para su crecimiento, tarda 10 años en crecer 30 cm, pero su esperanza de vida posterior es muy larga. Y qué decir de los corales, que tardan décadas en generar toda esa enorme cantidad de vida que hay a su alrededor.
Trasladándolo a nosotros, no estaría mal que no aceleremos demasiado los procesos que tenemos dentro. Como la estrella de mar: sin prisa pero sin pausa.
Este documental nos recuerda que no estamos solos por muy especiales que nos creamos, y que tenemos mucho que ver con los que nos rodea. No somos tan diferentes. El visionado invita a la admiración y al respeto.
Además, en la grabación de la serie se han utilizado técnicas de última generación: lentes especiales para tomas aéreas, imágenes en alta definición tomadas desde el espacio, cámaras HD para condiciones de baja iluminación o para rodar secuencias aceleradas bajo el agua, etc. El disfrute y goce visual están más que asegurados.
Javier Gutiérrez Sánz.
Psicólogo.
Estoy viendo la serie completa y me está encantando. Y a mis hijos también. Me parece una manera estupenda de que se den cuenta de que no son el centro del Universo, de que existen animales fascinantes, inteligentes y capaces por lo ancho y alto del maravilloso planeta en el que viven.
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