He
leído un artículo recientemente del filósofo Javier Gomá de su recopilación de
microensayos “Todo a mil” que me ha gustado mucho. Esta entrada sirve más para
hacerse eco de dicho ensayo que otra cosa, por lo que si les interesa, les
remito al original que está mejor escrito y es más claro.
El
ensayo se llama “La imagen de tu vida”, y en él, Gomá comenta que la imagen que
tenemos de la gente se acaba completando cuando esta desaparece. Cuando la
persona fallece, se elimina lo superficial y anecdótico, y permanece lo
esencial, aquello que le define. Dice que mientras vivimos somos un proyecto
inacabado, y sólo la muerte acaba dando una imagen completa de nosotros mismos.
El
ensayo empieza contando que Séneca fue juzgado a muerte y sin darle la opción
de escribir algo para sus amigos, les dijo a estos y a su familia que les iba a
dar lo más preciado de sí: la imagen de su vida. El cómo será recordado. La
muerte del ser querido nos hace sentirle más aún, con deseos de decirle todo lo
que sentimos por él.
Si
alguien nos ha dejado huella no le olvidamos, y si ha sido importante
para nosotros, nos quedaremos con su ejemplo. Si dejó buen ejemplo, este
servirá para los que le sobrevivieron, y será merecedor de ser aprovechado, y
por ende de ser recordado.
Gomá
plantea al lector estas preguntas: “¿Qué querrías que dijeran de ti?, ¿Cómo te
gustaría ser recordado? Nada de narcisismo ni autocompasión. ¿Qué clase de hombre/mujer
fuiste tú?”
Estas
preguntas pueden ser muy provechosas para nuestro momento presente, que es el
que labra el futuro. Así mientras llega ese momento inevitable, cuida tu imagen.
Javier
Gutiérrez Sanz
Psicólogo
PD:
No conocí en el verdadero sentido de la palabra a Santi, pero lo que me llega
es que dejó una muy buena imagen y excelente ejemplo entre los que le rodeaban.
Bea, cuida que esa imagen y ejemplo no se olvide. Un abrazo.
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