Equilibrio

Equilibrio
A ser feliz, se aprende

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cuando lo ligero se convierte en pesado


A veces los pacientes te comentan que las que hacen cosas para sentirse bien, como actividades lúdicas, ejercicio físico, etc., (El tipo de cosas que recomendamos siempre) les llegan a hacerles sufrir de alguna manera. 

Parece un contrasentido que algo placentero pase a agobiante. El problema empieza cuando se plantea como algo que hay que hacer x días a la semana sin falta.Lo que era algo bueno se convierte en una obligación. Esta acaba generando más ansiedad que placer. Es verdad que hay actividades que si queremos que nos den un resultado hay que practicarlas con una cierta regularidad. El ejemplo más claro es el ejercicio físico. Si quieres llegar a un objetivo como bajar peso, estar más en forma, participar en una carrera, inevitablemente tendrás que sacrificarte algo. 

El problema viene cuando uno se somete a esa actividad y se olvida del motivo que le indujo a hacerla. Se supone que eso que se hace es para darnos gusto a nosotros, no como una obligación ineludible, haciendo que un incumplimiento de ese “planning” nos genere sentimientos de culpa y autocrítica exagerada por no haber cumplido lo pactado con nosotros mismos.

Si perdemos de vista eso, una actividad que en principio podría ser agradable y de gran utilidad para nuestra vida se puede convertir en lo contrario: en un lastre que nos haga nuestra vida más complicada y agobiante.

Disfrutemos de las cosas pero con flexibilidad. Al fin y al cabo es para pasarlo bien.

Javier Gutiérrez Sanz

Psicólogo

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