Equilibrio

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A ser feliz, se aprende

martes, 24 de abril de 2012

Guía Básica Para Fomentar El Bienestar Personal (IV)


Cerramos la serie con esta última entrega que se va a ocupar del aspecto psicológico.

Si antes hablamos de la importancia de lo social y lo fisiológico, igualmente es vital todo lo relacionado con lo que es íntimo en nosotros mismos. Lo que está de puertas adentro, básicamente.

Como señalé anteriormente, esta pata del taburete no está aislada. Todo lo contrario. Está íntimamente relacionada con las otras dos.

Ahí van unos aspectos que si cuidamos nos sentiremos mucho mejor:

·         Pesimismo vs Optimismo racional. Es muy importante valorar lo que hacemos bien (muchas cosas si uno se para a atenderlas) y desdramatizar lo malo que nos sucede. Pregúntate ¿Qué es lo peor que puede pasar? La mayoría de las veces nos damos cuenta de que no es tan terrible. Aquí es importante tener una autocrítica que nos pone los pies en el suelo, pero constructiva, para que saquemos buenas reflexiones.

·         Estar atento a los malos sentimientos hacia los demás. Por lo general, nos carcomen y no aportan nada. Es más, nos bloquean y no nos dejan avanzar.

·         Respetarse a uno mismo y a los demás. Si no empezamos con nosotros mismos difícil será ponerse en la piel del otro. Además mejoramos en autoestima.

·         Aceptación de nuestros límites y atención a nuestro margen de mejora. Básicamente, saber lo que sí que podemos hacer y lo que no. Ahorraremos cantidades ingentes de desvelos y malos pensamientos. Muy relacionado con esto es adecuar nuestras expectativas. Si son muy elevadas, alta probabilidad de frustrarnos. Si son muy bajas, creceremos poco. Bajas y altas son en relación a mí mismo, no a los demás. Es saber de dónde vengo y que me puedo pedir, dándome tregua. Intentar hacer las cosas bien pero sin obsesionarnos.

·         Flexibilidad en el pensamiento. No ser rígido. También es bueno intentar en la medida de nuestras posibilidades no juzgar. Eso ampliará nuestra perspectiva de lo que nos sucede y rodea.

·         Curiosidad e inquietud por lo que nos rodea. Hace nuestra vida mucho más agradecida y provechosa. Y divertida. Sirve para nos encallecerse. Es bueno tener aficiones y diversificar nuestros intereses. Profundizar en las que nos gustan y descubrir nuevas. Si esto se fomenta, tenemos muchísimo ganado. Parte de nuestros males es el aburrimiento.

·         Organizar nuestro tiempo y actividades, pero tampoco demasiado. Asumiendo que hay personalidades que se sienten más cómodas en el control y otras en lo contrario, bien es cierto, que en términos generales tener una cierta organización de lo que queremos hacer ayuda a sentirnos satisfechos. Pero también es importante no tenerlo todo al milímetro, porque eso nos ahoga. Es bueno dejar espacios en blanco, para los esperados imprevistos y para dar un poco de descanso (mental o físico) entre las actividades planeadas. Es imprescindible dedicarle un tiempo a nuestro ocio.

·         Es bueno, recapitular de vez en cuando como nos va y que cosas funcionan bien en nuestra vida. Es sorprendente, por lo general, el balance que se puede sacar.

·         Y por último, es de especial importancia tener mucho sentido del humor y no tomarse las cosas muy en serio.

Con que vayamos aplicando algo de esto, es muy probable que nuestra vida mejore y sea más satisfactoria.



Javier Gutiérrez Sanz

Psicólogo

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