Equilibrio

Equilibrio
A ser feliz, se aprende

domingo, 15 de abril de 2012

El teléfono escacharrado




El otro día venía en el bus y en una parada a una persona no la dejaban entrar porque llevaba un billete de 20 euros.  Hay una normativa que no permite pagar con billetes de ese importe. El conductor no le dejaba y el pasajero no lo entendía. Se creó cierta tensión. Al final, entre mi acompañante y yo reunimos dinero para cambiarle y que pudiera pagar. Me acerqué, le di el cambio y pudo subir. Esta persona se sentó detrás de nosotros, llamó por el móvil a un amigo y le contó lo que le había sucedido. La sorpresa vino cuando escuchamos cómo cambiaba la historia, contando que el conductor no quería dejarle pasar sin razón aparente (obviando la norma que le impedía cobrarle), y cómo, al final una chica de otra nacionalidad (o sea yo) le había pagado el billete (yo sólo le di cambio, no le pagué el billete). Todo esto lo contaba con acritud y con un cierto victimismo.

Esto no deja de ser una anécdota, pero me llamó la atención cómo lo que nos sucede o nos cuentan, al informarlo a otra persona, se va transformando en algo que no tiene mucho que ver con lo que pasó.

Más aún, me resulta interesante ver el modo en que somos recipientes con una forma determinada, y la información (sobre todo si nos toca personalmente) se adapta a esa forma, como el agua a una vasija.

Partiendo de que “construimos” la realidad mediante nuestros sentidos y esquemas mentales, no deja de ser curioso que éstos puedan condicionar la manera de ver lo que nos pasa y cómo llevamos nuestra vida, para bien o para mal.

Más que distorsiones (a no ser que haya un trastorno mental severo), podríamos hablar de sesgos. Y dentro de éstos, los adaptativos (razonables más o menos y con los pies en la tierra) y los desadaptativos (con cierta irracionalidad y generadores de sufrimiento).

Ya lo decía Epicteto: “No son las cosas mismas las que nos perturban, sino las opiniones que tenemos de esas cosas”.

Javier Gutiérrez Sanz
Psicólogo

No hay comentarios:

Publicar un comentario