Desde hace un tiempo se oye continuamente, como un secreto a voces, para conseguir la felicidad, aquello de “Hay que disfrutar de las pequeñas cosas”.
Yo no voy a decir lo contrario. Creo, que para acercarse a la felicidad (¿se llega uno a instalar en ella?) es un buen camino, entre otros. La cuestión es cómo se logra ese propósito.
Estamos inmersos en un mundo repleto de estímulos nuevos, abriéndose hueco por llamar nuestra atención, en continua demanda. Así es complicado atender a esas pequeñas cosas. Llevo tiempo dándole vueltas a esta idea y el otro día viendo El Árbol De La Vida, lo volví a ver claro. Una película así, independientemente de que te guste o no, necesita una paciencia y pausa para poder entrar en ella. Lo contrario, dificulta esa tarea.
Digo esto, porque para disfrutar de determinadas cosas, se necesita tiempo y dedicación, en algunos casos, exclusiva. ¿Cuándo ha sido la última vez que hemos tenido el tiempo, la paciencia y la concentración necesaria? Y antes de esta, ¿cuándo ha sido la anterior?
Con frecuencia, escuchamos música sin escucharla, leemos con el ojo puesto en la tv o en el móvil, andamos sin mirar lo que tenemos alrededor… Rara vez hay pausas sin nada que hacer, porque mientras terminamos una cosa ya estamos adelantando la siguiente. Estamos todo el rato con la vista en el futuro inmediato. Eso por no hablar de las multitareas. Esa actividad es un no parar continuo. Parece que somos los protagonistas de un videojuego en donde no hay pausa posible, si no: Game Over.
Yo no voy a dar recetas mágicas pero creo que un buen comienzo sería preguntarse a uno mismo que le interrumpe con frecuencia. Esto puede ser el comienzo para empezar a poner la pausa necesaria para poder disfrutar.
Javier Gutiérrez Sanz
Psicólogo
Para acercarse a la felicidad también ayuda trascender las emociones negativas, vivirlas un instante y regresar a las que nos hacen sentir bien, vivir desde el amor cada dia y no desde lo que no fastidia, nos retrasa, nos hace sentir mal... Aprender a diferencias lo importante de lo urgente, lo que nos hace soñar, amar... de lo que nos hace estancarnos, no ver salidas, estar de mal humor.........
ResponderEliminarSusana, muchas gracias por tu comentario. Nos encanta lo de trascender las emociones negativas. Vivirlas un instante, quedarse en ellas por un momento y después superarlas entendiendo que no hace falta regodearse en ellas.
ResponderEliminarGracias.
Es un poco largo, pero creo que este poema de Benedetti resume el concepto. Gracias por hacernos "parar".
ResponderEliminarPrecioso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta
tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo
tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj
vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.
Un autor que habla de esta capacidad plena de disfrutar hasta el punto de olvidarnos que el mundo existe y por lo tanto el sueño, la sed, el hambre,....y que a mi en particular me encanta, es Mihaly Csikszentmihalyi y su teoría del flujo. Justamente, para poder fluir, para poder sentir que la tarea y nosotr@s mism@s somos un@ hay que enfocarse a ella de manera plena, exclusiva y consciente. Cuando hacemos algo que nos requiere nuestra total atención: adiós multitarea, adiós desconcentración, adiós dispersión. No nos resulta fácil sin embargo, aunque yo creo que todo, TODO en esta vida se puede aprender, entrenar, mejorar. Esa capacidad la tenemos como animales humanos, como personas y solo es cuestión de tomar conciencia sobre lo que realmente queremos, sobre lo que para cada uno y para cada una es "chapotear unas horas en la vida" (me encantó el concepto, gracias Eva por el poema). Gracias AtenPsi por llamar la atención sobre estos temas tan cotidianos y tan importantes!
ResponderEliminarMe encantan los comentarios. Tomo nota del autor que citas, Bea. Creo que la concentración se entrena. Esto me lleva a una pregunta, ¿internet favorece dicha concentración? Por otra parte, Eva, el poema de Benedetti es precioso, y me reafirma en lo dicho: incluso para disfrutar de dicho poema y sacarle jugo hay que tener un ratito y no hacer otra cosa.
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