En
las parejas uno de los criterios que se
suelen usar como baremo para saber si es exitosa es su duración en el tiempo.
Cuanto más aguante, mejor. Nosotros como terapeutas muchas veces tampoco
escapamos a eso. Si después de la terapia, la pareja dura mucho tiempo, podemos
pensar que la terapia funcionó, sin pensar si lo que vino después fue bueno o
malo.
Es
cierto que actualmente muchas personas no valoran esto como algo prioritario
viendo la experiencia de generaciones anteriores, que a falta de recursos
legales, tenían que convivir con su conyugue hasta el fallecimiento de uno de
los dos, aunque la convivencia fuese horrible. Pero también no deja de estar
presente la idea de que cuando la pareja se rompe se siente como fracaso. Así
muchas parejas mantienen mucho más tiempo de lo aconsejable una relación que no
lleva a ningún lado, y que sólo produce dolor, por no enfrentarse a la posible
sensación de derrota.
Hay
que destacar que igual que una pareja dure mucho tiempo no significa que sea
satisfactoria, bien es cierto que lo contrario también se cumple: las parejas
más satisfechas tienden a prolongar más su duración por puro sentido común.
Muchas
veces nos aferramos a ciertos conceptos preestablecidos como indicadores de
éxito en las relaciones de pareja, y nos olvidamos de algo más esencial: ¿Qué
me está ofreciendo esa relación independientemente de su tiempo de vigencia?
Javier
Gutiérrez
Psicólogo
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