Muchas
veces la gente se pregunta si puede encontrar alguien con quien estar bien. A
veces creen que es por ellos, otras porque no existe gente que merezca la
pena. La conclusión general que se suele
sacar es, “esto no tiene remedio y no lograré estar a gusto con alguien”. Como
se puede intuir este punto de partida no es el más propicio para que las cosas
salgan bien.
Pero
hay casos en los que viniendo de ahí suceden cosas diferentes. De repente, se
conoce a alguien en donde las cosas fluyen y van de maravilla. Puede que se
piense que, al fin, se ha encontrado a la media naranja. Es obvio que la
entrada de esa persona ha sido crucial, ¿pero la persona sigue siendo la misma?
¿Actúa igual? Puede que sí, pero también que no. De una manera inconsciente su
comportamiento puede estar cambiando. Pongamos un ejemplo: Una persona que tendía
a poner pegas a todo, que hacía que sus relaciones se deteriorasen. Conoce a
otra persona que puede que no le juzgue tan rápidamente como un quejica, o que
le sugiera de una manera amable que se puede uno quejar de manera diferente.
Esta persona acoge con gusto ese nuevo trato y sin darse cuenta, se queja menos
o de una manera no tan desagradable. Así, él o ella están poniendo nuevos elementos
que hacen que la relación dure más tiempo o sea más satisfactoria. Sin
percatarse está cambiando de frecuencia en su dial.
Esto
que puede suceder de una manera desapercibida se puede hacer más consciente.
Pregúntate que hay en tu manera de ver las cosas, de hacerlas que te llevan a
una sintonía más adecuada, y qué te hace alejarte de ella.
Cambia
de frecuencia
Javier
Gutiérrez
Psicólogo